Por: Pr. Miguel Rosell*
Personalmente, soy de los que creo que la venida del Señor Jesucristo a por Su Iglesia, lo que denominamos el Arrebatamiento basándonos en 1 Tesalonicenses 4: 13-18; 1 Corintios 15: 51-54 entre otras escrituras, será un hecho que debería ocurrir en breve.
En este artículo no voy a hablar de las razones que me impulsan a creer que esto es así, razones todas ellas de índole profético, sino a comentar razón que presentan aquellos que piensan de manera diferente, es decir, que el Señor no va a venir aún; que no puede venir todavía.
Uno de los motivos, cual ya profusamente he argumentado en alguna otra parte, es por la creencia de que la Iglesia, antes de la venida del Rey de reyes, tiene que establecer Su Reino en este mundo; en otras palabras, estos que creen que el Reino es Ahora (en inglés Kingdom Now; Reino Ahora), están convencidos de que el Milenio descrito en Apocalipsis 20, es ahora, y que por lo tanto, es antes que el Rey, y que cuando el mundo esté cristianizado y las naciones tomadas para Cristo (el entendimiento de esto último varía de unos a otros), entonces podrá venir Jesucristo para sentarse en el trono en la ciudad de Jerusalén.
Existe, no obstante, otra razón supongo que entre otras, para creer que el Señor Jesús no va a venir en este tiempo, y esto último es el por qué de este artículo.
¿Cristo todavía NO puede venir en este tiempo?
Para muchos de los que creemos en la venida de Cristo a por Su Iglesia, es decir, la resurrección de los muertos en Cristo y el Rapto de los vivos en Cristo como un solo acto, entendemos que según la Escritura, no está sujeta ni a tiempos, ni a sazones, ni a condiciones de ningún tipo. El mismo Señor lo dijo: "Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis" (Mateo 24:44). En el griego original la traducción más precisa de esto último es: "Cuando no os parece". Desde luego que podría ser este el momento de la venida del Señor a por los suyos, porque para la mayoría, este el tiempo que menos parece que vaya a ocurrir tal evento, especialmente desde que empezó este siglo, se vio el fiasco del célebre y2k, y pasó la fiebre del año 2000 (como ocurrió lo mismo mil años atrás).
Sin embargo, el libro de Apocalipsis se cierra con una declaración y un clamor: "El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús" (v. 20).
Quien lo dice es el mismo Señor Jesús, y Él no puede mentir. El puede venir en cualquier momento, por ello, no es de recibo el asegurar que Su venida no puede efectuarse en este tiempo, porque Él mismo dice que viene en breve. Con la Biblia en la mano, nadie puede afirmar que vendrá de seguro la semana próxima, así como tampoco nadie puede asegurar que no vendrá en este tiempo.
No nos toca a nosotros poner límites al tiempo de su venida, ni por opinión, ni por interpretación de algún pasaje escritural. De esto último estaremos hablando.En cambio, si podemos ver por el cumplimiento de las profecías, que este puede ser el tiempo de Su venida. ¡El puede venir en cualquier momento!.
¿Cristo todavía no puede venir en este tiempo porque no se ha cumplido Mateo 24:14?
Algunos, (muchos o pocos) creen que el Señor Jesús no puede volver a por la Iglesia hasta que se haya predicado por toda la tierra el Evangelio del Reino, cumpliéndose, por tanto, el versículo que dice: "Y será predicado este Evangelio del Reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin" (Mateo 24:14).
Como ya vimos, y recordémoslo, no podemos poner condición alguna en cuanto al tiempo para la venida del Señor. El vendrá cuando sea enviado por el Padre (Mateo 24:36). Pero observemos de cerca ese versículo. Lo que me enseña este versículo con claridad es que el fin (télos en griego) no vendrá sino hasta que sea proclamado el Evangelio del Reino que Jesús predicaba, por toda la tierra habitada.
Acerca del Fin
Entendamos que significa “el fin” que ha de venir:
Jesús nos habla del fin. Esta palabra en griego tiene diferentes acepciones, veamos algunas de ellas: “Cumplimiento, realización, consumación, resultado, desenlace, conclusión, término, fin”.
Haciendo un resumen y sacando una media, así como por el contexto de lo que el Señor está diciendo, la conclusión que podríamos sacar, es que Él se está refiriendo al final de las cosas como las vemos hoy; o dicho de otro modo, el desenlace final de la vida y existencia en este planeta tal y como la humanidad la ha vivido desde la caída de Adán y Eva. En términos aún más evangélicos quizás: El fin absoluto de las obras y actuación del maligno sobre los hombres, así como su señorío en este planeta tierra. Ahora mismo sigue cumpliéndose el siguiente versículo: "Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno" (1 Juan 5:19). Así pues, el fin, deberíamos entenderlo como el fin del maligno y sus obras, y consecuentemente la liberación del mundo de toda su influencia. Sería entonces el cumplimiento de Daniel 7:26,27 "Pero se sentará el Juez, y le quitarán su dominio (a la Bestia) para que sea destruido y arruinado hasta el fin, y que el reino, y el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es reino eterno , y todos los dominios le servirán y obedecerán".
¿El Arrebatamiento es el fin?
Un momento entonces, volviendo de lleno a Mateo 24:14, ¿estamos hablando de lo mismo?; ¿es el Arrebatamiento de la Iglesia el fin ?... pues, no. Ya hemos visto que el fin nada tiene que ver con el Arrebatamiento de la Iglesia, hecho que sucederá antes del citado fin. El fin no es lo que muchos sin razonarlo demasiado, creen; es decir, la venida de Cristo. Esto último en todo caso es ¡el comienzo!
Entendiendo más acerca del fin
Entendamos un poco más acerca del citado fin . Podemos entender como poco dos cosas acerca de la cuestión:
a) El fin de esta dispensación, es decir, del tiempo de los gentiles, su juicio (Mateo 25:31-46), y el consecuente inicio del Reino Mesiánico, cuando el Señor vuelva en gloria.
b) El fin definitivo de Satanás (Apocalipsis 20:7-10); el juicio ante el gran trono blanco; el inicio del cielo nuevo y la tierra nueva.
Estas son las dos maneras de ver con más detalle que supone el fin al cual alude el Señor. Existen mil años de diferencia entre una posibilidad y otra. En las dos, existe juicio. En la primera, es el juicio a los ethnos (rebaño de los gentiles) comentado por el mismo Señor en Mateo 25:31-46. En la segunda, es el juicio a todos los hombres de todas las edades (exceptuando a los hijos de Dios) y que vemos en Apocalipsis 20:11-15.
Y no olvidemos que en el Milenio, a pesar de que el diablo estará atado durante casi todo este tiempo en el abismo (Apocalipsis 20:1-3), los hombres que nacerán no habrán sido regenerados de su naturaleza pecaminosa. Será necesario que los que nazcan en ese tiempo, reciban al Señor en sus corazones para ser salvos. No obstante, por la Escritura, entendemos que muchos no lo harán. Esa es la razón por la cual el diablo será soltado “a engañar a las naciones” al final del Milenio (Apocalipsis 20:7-10). Además, y muy importante para el caso, debemos entender también que el Evangelio del Reino seguirá siendo proclamado a lo largo del Milenio. Veámoslo:
"Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará. La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león como el buey comerá paja. Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora. No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar" (Isaías 11:6-9).
Vemos aquí la paz y el orden (aunque no completos del todo) que existirán en el Reino Mesiánico, será consecuencia de que la tierra entera habrá sido llena del conocimiento de Dios. Recordemos que Mateo 24:14, dice que "entonces vendrá el fin".
Será llena la tierra del conocimiento de Jehová, porque será proclamado por toda la tierra en ese tiempo el Evangelio del Reino.
"Los pueblos, pues, trabajarán para el fuego, y las naciones se fatigarán en vano. Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar" (Habacuc 2:13,14).
Ahora mismo, las naciones trabajan para el fuego de la destrucción, y se fatigan en vano, todas yendo en mayor o menor grado hacia los pies de la Bestia Anticristo, pero cuando venga Cristo, entonces (y sólo entonces) se cumplirá lo que dicen los profetas: La tierra entera será llena del conocimiento de la gloria del Señor (Evangelio del Reino). Evidentemente, no lo será en esta dispensación actual, sino en el Milenio.
EL CONOCIMIENTO PLENO DEL SEÑOR EN TODA LA TIERRA, ACONTECERÁ DURANTE EL MILENIO
Acerca del Evangelio del Reino
Curiosamente, el Señor nos habló en ese versículo de Mateo 24:14, no de la predicación del Evangelio, sino de la predicación (en el griego kerijzétai), la traducción mejor es proclamación), del EVANGELIO DEL REINO (evaggélion tes basileías). ¿Cuál sería la diferencia?
El Evangelio del Reino fue la predicación del Señor sobre la tierra cuando anduvo entre nosotros. El énfasis no lo es tanto en relación al papel del Salvador (Evangelio), sino más bien acerca de la esencia de lo que es el Reino de los Cielos, de sus pautas y requerimientos, de su orden, de sus beneficios: Sanidades, liberación de demonios, etc. etc. Ver: Mateo 4:23; Mateo 9:35; Marcos 1:14; Lucas 4:42; Lucas 8:1; Hechos 8:12.
Encontramos lo siguiente en Hechos 8:12; "Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el Evangelio del Reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres". Nos damos cuenta de que la Escritura hace una sutil diferenciación entre lo que es el Evangelio del Reino de Dios, y el nombre de Jesucristo. Entendámoslo bien, primeramente las gentes eran amonestadas acerca de vivir conforme a los planteamientos del reino de los cielos, inmediatamente, se les anunciaba a Cristo. Sin Cristo, no existe el Evangelio del Reino. Evidentemente, el Evangelio del Reino (las buenas nuevas acerca del Reino de Dios), es parte intrínseca de todo el Evangelio, y para eso fue enviado Jesús (Lucas 4:42), no obstante, nótese que el énfasis que hace el Señor en Mateo 24:14, es acerca de la proclamación del Evangelio del Reino, como lo predicaba Él mismo al inicio de su ministerio: "El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio" (Marcos 1:14).
A pesar de que este es el mensaje que tenemos que seguir predicando, este mensaje será enteramente proclamado en el tiempo cuando el Señor Jesucristo esté en este mundo reinando desde Jerusalén y desde la Nueva Jerusalén la celestial, entonces vendrá el fin y se cumplirá: "Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas" (2 Pedro 3:10). Es obvio que esto último es el verdadero fin, que precede a la total regeneración de todas las cosas creadas (Apocalipsis 21).
Como comentario añadido diré que, entiendo que parte del problema estriba en una mala comprensión de los acontecimientos y de los tiempos que tenemos, como tendencia, los evangélicos. Instintivamente, por la cantidad de enseñanza postmilenialista que hemos recibido a lo largo de nuestra vida cristiana, y sin darnos cuenta de todo ello, hemos llegado a alguna conclusión errónea, en el sentido de que, cuando venga el Señor a esta tierra, se acaban todas las cosas, yéndonos todos los cristianos al Cielo. No será así, sino todo lo contrario, entonces es cuando verdaderamente empezarán, y lo harán con la proclamación e inicio del Reino Mesiánico sobre este planeta.
Cristo mismo establecerá el Milenio en la Tierra y
gobernará el Mundo por mil años (Apocalipsis 20:4-6).
"… para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin": Esta sección del versículo aludido merece un análisis meticuloso. En primer lugar, veamos que quería decir el Señor por naciones. Evidentemente, nación es un término moderno, lo que el Señor quería decir, expresado en la Escritura en griego (eznési; de ethnos), de donde viene el vocablo español, étnico , o sea cuestión de raza, cultura y costumbres, era acerca de las diferentes gentes que pueblan esta tierra habitada.
Todos los grupos étnicos (todos los grupos gentiles), para que el fin llegue, y como simple testimonio a ellos (en griego martírion), deben de escuchar el Evangelio del Reino. Nótese que no habla de todos y cada uno de los individuos, sino acerca de dar testimonio a todos los grupos étnicos, tribus, etc.
Bien, pues, desde que los primeros discípulos salieron a causa de la diáspora de Jerusalén hacia Judea, Samaria, etc. etc. la Palabra de Cristo ha sido llevada, hasta hoy en día a casi todas partes. Si lo que se pretende es decir que actualmente existen grupos, tribus, etc. que jamás han escuchado de Cristo, y que por eso el Señor todavía no puede volver, no es menos cierto que a lo largo de esta dispensación de la gracia desde que se inició aproximadamente en el año 32 d. C., miles y miles de individuos y de grupos étnicos tampoco escucharon acerca de Cristo en gran parte del mundo. Por lo tanto, este no es el punto. Por otra parte, el Evangelio fue más que predicado en regiones como la actual Turquía, donde estaban las siete iglesias del Apocalipsis, y luego fue rechazado. Esa nación (o grupo étnico) ya recibió el Evangelio del Reino. Pero como ya he dicho, la plena y constante proclamación del Evangelio del Reino, no será sino durante el Milenio, cuando "…la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar" (Habacuc 2:14), ¡qué mejor testimonio a todas las naciones que el que se dará entonces!
Para ir terminando, un poco más de argumentación.
El versículo en cuestión, nos dice que el Evangelio del Reino será proclamado, no necesariamente creído. Muchos piensan que ha de ser creído el Evangelio por todos, o por la mayoría (en eso se basan para hablar de un avivamiento mundial) como condición para que vuelva Cristo, pero eso no lo enseña la Escritura. Una cosa es proclamar el Evangelio del Reino, otra cosa diferente es que sea creído (siempre hablando en el contexto de esta dispensación; durante el Milenio, la gente tendrá que creer; ver Zacarías 14:16-18).
De nuevo, para los que creen que el Señor NO puede venir a por los suyos porque todavía no se ha terminado la obra de proclamación del Evangelio del Reino en esta actual dispensación, les invito a que lean Mateo 24:45,46 con suma atención. Claramente la Escritura nos muestra ahí, que el Señor, en el contexto del Arrebatamiento (Mateo 24:40,41), vendrá CUANDO EL SIERVO FIEL Y PRUDENTE (tipo de los preparados) ESTÉ TRABAJANDO PARA EL SEÑOR. En otras palabras, no habrá terminado de hacer lo que esté haciendo, sino a medio hacer, ya que el Señor vendrá así como un ladrón en la noche, sin previo aviso, y pillará “in fraganti” a todos: Los que estén haciendo lo malo (v. 48-51), y los que estén haciendo lo bueno. Esto último, lo bueno, siempre ha de ser el ir cumpliendo con la Gran Comisión, y que nos toca seguir haciendo con amor, por lo tanto, claramente la Palabra nos enseña que el Señor vendrá a por nosotros cuando estemos en ello, no cuando hayamos terminado.
¡El Señor viene en breve! ¡Maranatha!
© Miguel Rosell, Septiembre de 2005
* El pastor Miguel Rosell Carrillo pastorea la Iglesia "Centro Rey" en Madrid, España, junto a su esposa Conchi Hidalgo. Ha escrito numeros artículos de Defensa de la Fe frente a la Apostasía de la Iglesia Evangélica a nivel mundial, confrontando con la ayuda del Señor y a la luz de las Sagradas Escrituras las herejías del Movimiento G12 y de la Teología del Reino Presente o Dominionismo que niega el Arrebatamiento o Rapto de la Iglesia.
Sitio Web de la Iglesia Evangélica "Centro Rey" (Pr. Miguel Rosell):
www.centrorey.org
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios deben ser de acuerdo al tema del artículo. Comentarios fuera del tema o insultantes no serán publicadas.