7 de noviembre de 2008

VIDA Y OBRA DEL GRAN REFORMADOR MARTÍN LUTERO



Por: Pablo Burguess*

Mientras Savonarola, en el centro del mundo civilizado, batallaba por la pureza de la moral y creencias cristianas, crecía en las selvas teutónicas un niño que más tarde había de realizar el sueño de este y llevar a cabo la obra colosal de la reforma del Cristianismo. Se llamaba Martín Lutero. Nació cerca de Eisennach, Alemania, en 1483 de padres de humilde condición, que sin embargo se empeñaron por la educación de su hijo. Acabados los estudios elementales en su pueblo, pasó un año en una escuela de Magdeburgo y después fue a Eisennach a un colegio de los franciscanos. La pobreza de sus padres le obligaba a vivir como «estudiante pobre» es decir, recibiendo albergue libre y pidiendo limosnas a los ricos. En Eisennach encontró protección en la familia Cotta, que se interesó por él hasta el punto de ofrecerle un hogar en su casa.

En el año 1501, Lutero estaba listo a entrar en la Universidad de Erfurt, centro entonces de la vida intelectual de Alemania. Su padre había prosperado en su oficio de minero y resolvió hacer de Martín, su hijo, un abogado.

Progresaba en sus estudios hasta el año 1505, cuando repentinamente, dejó la carrera de la abogacía para entrar en el monasterio de los agustinos en Erfurt. Hay varias leyendas que explican este cambio inesperado, pero lo único que sabemos de los escritos de Lutero mismo, es que ciertas «dudas» respecto al estado de su alma le impulsaron a tomar los votos monásticos. Estas dudas le atormentaban aún después de entrar en el convento. Se sentía pecador y anhelaba el perdón de Dios. No encontraba lo que su alma deseaba en las costumbres y prácticas monásticas, a pesar de cansar a sus superiores con sus continuas confesiones y de castigar su cuerpo con un ascetismo riguroso.

Desengañado de estas cosas se dedicó a un estudio de las Sagradas Escrituras, una copia de las cuales había encontrado encadenada a un pilar de la biblioteca de la universidad. De estas y de las explicaciones de un anciano hermano del monasterio llegó a entender que el perdón de Dios no se alcanza por las penitencias y «buenas obras», sino simplemente por aceptar el perdón que su amor ha previsto.

Así, después de dos años de lucha, su alma encontró la paz que anhelaba.

Más o menos, en el año 1510, sus superiores mandaron a Lutero a Roma, para desempeñar allí una comisión del convento. El había esperado encontrar en el sumo pontífice y su corte, modales de la vida cristiana, y quedó sorprendido y horrorizado al contemplar la corrupción que existía en los lugares que él creía verdaderamente santos. Sin embargo, consideró necesario seguir las costumbres de los peregrinos a Roma, y así, entre otras cosas, subió la «escalera santa» (que se cree trasportada por manos de ángeles de Jerusalén a Roma) de rodillas y diciendo un Padrenuestro en cada escalón. Repentinamente recordó la declaración del profeta Habacuc, citado después por el apóstol Pablo: «El justo vivirá por su fe» y le ocurrió que todas aquellas penitencias y todos estos rezos forzados, no valían absolutamente nada.

Sin embargo no pensó de sí sino como fiel hijo de la Iglesia Romana, y al regresar a su convento en 1512, recibió el título de Doctor de la Sagrada Escritura en su universidad de Erfurt, y aceptó el profesorado de teología en la recién fundada y pequeña universidad de Wittenberg. Al principio de su actividad como profesor, Lutero enseñaba la misma teología que había aprendido en Erfurt. La única diferencia entre él y los demás profesores, era de que él basaba los dogmas en la experiencia más bien que en principios filosóficos o autoridad del Papa o de la Iglesia. Pero poco a poco vino a entender que era imposible reconciliar sus principios con los de la teología antigua. Así pasaron cinco años.

En 1517 llegó cerca de Wittenberg, un fraile llamado Juan Tetzel recogiendo dinero para acabar la construcción de la iglesia de San Pedro en Roma, dando indulgencias en cambio, con autorización del mismo Papa y del arzobispo de Mainz. Tetzel afirmaba que cada vez que se oía sonar el dinero al caer en la caja de recaudación, se libraba un alma del purgatorio. El pueblo entendió que se compraba no solo el perdón de los pecados pasados sino aún el derecho de pecar durante unos días futuros, doctrina que soltó todos los lazos de la moralidad.

Lutero conoció el desastroso efecto de la venta de las indulgencias por medio del confesionario e indignado escribió sus famosas 95 tesis, clavando lo escrito en las puertas de la iglesia del Castillo de Wittenberg el día antes del «de Todos los Santos», 31 de octubre, para que fueran leídas por los que llegaran a la celebración de este día.

En estas tesis sostuvo que el Papa no puede absolver sino de los castigos que el mismo hubiera impuesto, y que estos no se extienden más allá de la muerte; que la absolución se debe a todos los penitentes y que ésta no es indispensable. Más valen las obras de piedad y de misericordia. Pregunta porqué el Papa no libra a todas las almas de una vez del purgatorio, si es que de veras tiene este poder, movido de compasión por sus sufrimientos, en lugar de sacarlas poco a poco por dinero. Estas tesis luego precipitaban una gran discusión que aumentó en intensidad durante unos tres años. En este tiempo Lutero se alejaba paulatinamente del dogma católico-romano mientras su comprensión de las grandes verdades evangélicas se aclaraba cada vez más. Vino a reconocer como verdaderos cristianos a algunos como Wycliffe y Huss que la Iglesia había condenado por herejes y aún llegó al extremo de criticar severamente unas resoluciones de papas y concilios alegando que estos como humanos podían errar. Llegó a basarse en las Sagradas Escrituras y en la razón convincente como las únicas autoridades reconocidas por él.

El Papa después de tres años de discusión, vio que no era posible convencer a Lutero y pensó hacerle callar por la fuerza una vez que no había logrado hacerlo por sus argumentos. En 1520 lanzó al mundo la bula de excomunión condenando 41 de las tesis de Lutero y ordenando a todos los magistrados que si no se retractaba dentro de sesenta días, que le prendieran y le entregaran a Roma.

Durante los tres años de discusión grandes masas del pueblo y muchos de los príncipes alemanes habían reconocido en Lutero a aquel que podía salvarles del yugo y de la corrupción de Roma. As¡ no tenía él porque temer. Publicó un folleto contestando lo que él llamaba «la bula del anticristo» y el 10 de Diciembre de 1520, en la plaza principal de Wittenberg, ante una asamblea compuesta de profesores de la universidad, estudiantes y otras muchas personas, quemó la bula con el libro de la ley canóniga y otros libros romanistas.

Por este tiempo después de muchas negociaciones diplomáticas, fue aceptado como emperador de Alemania, el rey español, con el título de Carlos V. Era éste un joven monarca enérgico y desapasionado y algunas veces en esta época bastante transigente en cosas religiosas. Al subir al trono imperial vio con alarma que una gran parte de sus súbditos habían aceptado la doctrina de Lutero y que el Imperio estaba en graves dificultades con el Papa como consecuencia. En la esperanza de arreglar algo, intimó a Lutero a que compareciese ante la dieta de Worms, bajo su protección. Este obedeció y durante su viaje que hizo en un carro abierto de campesinos, fue predicando en todos los pueblos que halló a su paso, siendo recibido por grandes muchedumbres que se llenaron de entusiasmo por su causa. La víspera de su llegada a Worms un canciller del príncipe Federico, su amigo, le recordó el fin trágico de Juan Hus quien también había confiado en la palabra de honor de un emperador y sin embargo había sido quemado vivo. A esto contestó Lutero «Hus ha sido quemado pero no la verdad con él. Iré aunque se dirigiesen contra mí tantos demonios como tejas hay en los tejados.»

Al llegar a Worms se presentó ante la dieta, compuesta por el mismo emperador y sus ministros, altos prelados, sacerdotes, nobles y príncipes del imperio y doctores de las universidades. Le mostraron sus libros y le preguntaron si los reconocía como de su propiedad. A esta pregunta les contestó que sí. En seguida le leyeron algunos pasajes de estos mismos libros y le preguntaron si se retractaba de lo escrito. La presencia de tantas altas personalidades en la asamblea, hizo desfallecer un tanto el carácter enérgico de Lutero, quien al oír la tremenda pregunta que le hicieron, pidió un día de plazo para contestarla. Este día lo pasó en oración en su cuarto pidiendo que Dios le diera poder para confesar su error, si había error en él, o para mantenerse firme, si lo que había dicho era verdad. Al comparecer nuevamente ante el tribunal al día siguiente y al repetírsela la pregunta, contestó que no se retractaba mientras que no se probase con argumentos basados en las Sagradas Escrituras o en rigurosa lógica, que sus doctrinas eran falsas. Al exigirse una respuesta final y categórica, acerca de su retractación, dijo que su conciencia no le permitía retractarse. «Aquí estoy, no puedo obrar de otra manera, ampáreme Dios, Amén.»

Salió en seguida de la asamblea sin que fuese molestado y luego emprendió camino para Wittenberg bajo el mismo salvoconducto del emperador, mientras que este en consejo de ministros acordó ponerle bajo el bando del imperio. Mientras Lutero seguía su camino para Wittenberg se encontró con un escuadrón de caballeros que le apresaron y le llevaron a Wartburgo, castillo inexpugnable de la Turingia. Estos fueron de sus mismos partidarios que se valieron de este acto para ponerlo en seguridad. Allí pasó un año, tiempo que empleó en hacer una traducción del Nuevo Testamento al alemán.

Aún estando en Wartburgo, Lutero tuvo noticias de unos desórdenes promovidos por sus mismos partidarios, quienes en su celo por la Reforma habían empezado a romper imágenes y destruir altares. Al saber esto decidió salir del Wartburgo para ir a corregir estos desmanes y predicar una reforma más transigente. Manifestó su decisión a su ilustre huésped y este le hizo ver lo arriesgado de su empresa, pues estando bajo el bando del imperio era un deber de cada fiel súbdito del emperador matarlo. Lutero contestó que si cayera sería con Cristo y que él preferiría caer con Cristo que estar en pié con César. La salida no le fue impedida y con pocas predicaciones logró calmar los ánimos de los iconoclastas. El tiempo que siguió, lo empleó en escribir tratados en defensa de la fe evangélica. En menos de un año había escrito 183 folletos y obras religiosas.

Una de sus principales controversias fue contra Enrique VIII de Inglaterra, quien había escrito contra Lutero repitiendo las declaraciones de concilios y papas, sin ninguna solidez filosófica. Por esto él, que después se separó de la Iglesia Romana, recibió del Papa el título de «Defensor de la Fe». Lutero pulverizó todos sus argumentos y llegó al extremo de llamarle «un asno coronado».

Una lucha parecida sostuvo contra Erasmo. Este era uno de los más notables hombres de su época por su ilustración. También deseaba la Reforma de la Iglesia, pero no se atrevió a separarse de Roma. El Papa le obligó que atacara a Lutero, y lo hizo, dirigiéndose contra la doctrina luterana de la Predestinación. Pero era más bien una controversia de personalismos en que Lutero echó en cara a Erasmo su falta de sinceridad y Erasmo trató a Lutero de grosero y fanático campesino. Los príncipes alemanes fueron fieles a la Reforma y rehusaron entregar a Lutero al Papa, como este les exigía en 1522 y también en 1524.

En el año 1525 Lutero contrajo matrimonio con Catarina von Bohra, quien había sido monja y con otras varias había escapado de su convento y llegado a pedir la protección del iniciador de la Reforma.

Algunos historiadores aseguran que la separación de Lutero de la Iglesia Romana fue motivada por su deseo de casarse, deseo que no podía satisfacer como ministro de esta organización. Esta aseveración no puede ser más infundada. Hemos visto el desarrollo de circunstancias que causó su separación, culminando en su excomunión en 1520. No pensó en casarse sino hasta en el mismo año 1525 cuando la Reforma estaba bien establecida por una gran parte de Europa. Tomó esta resolución súbitamente, pensando que tal vez no iba a vivir mucho tiempo y que antes de morir deseaba dejar un ejemplo que hiciera patente que los pastores de la Iglesia no tienen ningún obstáculo para fundar hogares honradamente.

Este suceso, como es de suponerse, hizo aún más profundo el abismo que separaba la nueva Iglesia de Lutero de la antigua Romana. Muchos afirmaban que de este matrimonio de un fraile hereje con una monja renegada tenía que nacer el Anticristo.

Así como los campesinos ingleses en tiempos de Wycliffe se insurreccionaron contra la nobleza, rebelión debida aunque indirectamente, al espíritu de libertad y de justicia que las doctrinas evangélicas habían sembrado en el pueblo, asimismo en tiempo de Lutero los campesinos alemanes se levantaron contra sus príncipes. El gran reformador comprendió que si bien era cierto que aquel movimiento era justo, él no podía engendrar más que la anarquía del país, y por esto, en bien del mismo pueblo, se puso del lado de los príncipes, lanzando sus predicaciones a los rebeldes para que respetaran a las autoridades constituidas, y a éstas para que hicieran justicia. Pero no podía evitar una guerra amarga entre los príncipes y sus súbditos en la cual estos al fin perdieron.

Desde el edicto de Worms (1521) hasta el año 1555, la política del imperio alemán estuvo en una gran incertidumbre. El Emperador Carlos V mantuvo su residencia en España, y es muy natural que por esto no podía gobernar inteligentemente a un país tan lejano como lo es la nación teutónica. Aunque Carlos V es considerado como uno de los monarcas más católico-romanos de la historia, sin embargo la incertidumbre de su política respecto a la Iglesia llegó hasta el grado de apresar al mismo Sumo Pontífice, después de haber atacado a Roma por medio de un ejército que en su mayor parte se componía de luteranos.

En el año de 1529 se reunió en Espira una conferencia con el objeto de arreglar los asuntos religiosos que tan profundamente afectaban el imperio, y en ella se dispuso que en todos los lugares donde ya se había establecido la doctrina evangélica se diera libertad para que continuara, pero que en las regiones donde no se había establecido, se prohibiera en absoluto la propaganda anti-romanista. Los príncipes alemanes evangélicos protestaron contra esta disposición, y esta es la razón histórica por la cual se han denominado «Protestantes» a todos los partidarios de la nueva Iglesia.

La conferencia de Augsburgo en 1530, queriendo zanjar las dificultades que se habían suscitado entre ambos bandos religiosos, atizó más las desavenencias que habían entre ambos, dando lugar como resultado final, a una liga que se formó entre los príncipes protestantes contra la soberanía de Carlos V. A causa de esto comenzó una larga guerra entre este emperador y la alianza de los príncipes referidos.

Además de Alemania, Holanda, Dinamarca, Noruega, Suecia e Inglaterra aceptaron la Reforma Evangélica iniciada por Lutero y la liga alemana ensayó a ensancharse en una liga de las naciones protestantes, y por esto se esforzaron para alcanzar una unidad doctrinal entre todos los partidarios de la Reforma.Desde dos años antes de que Lutero comenzara abiertamente su rebelión contra el poder de Roma había comenzado ya una Reforma independiente en la Suiza bajo la dirección de Zwinglio. Este movimiento no estaba en completo acuerdo con el que iba dirigido por Lutero, por tener algunas diferencias doctrinales, y por esto los príncipes interesados organizaron la conferencia de Marburgo entre Lutero y Zwinglio, como principales, juntamente con algunos de sus partidarios. La cuestión principal se refería a la doctrina de consubstanciación que defendía Lutero. Según este después de la bendición sacerdotal había en el pan y en el vino, además de sus propias sustancias, efectivamente el cuerpo y la sangre de Cristo. Zwinglio no quiso aceptar esta doctrina, bajo ningún concepto, y aseguraba que la Santa Cena no era más que una comida simbólica y recordatoria del sacrificio de Cristo.

Así, todos los esfuerzos de los príncipes para asegurar una unidad confesional entre los partidarios de la Reforma, fracasaron, pero los evangélicos no dejaron de pelear por sus derechos, junta y separadamente.

En el año 1546 murió Lutero. Los últimos años de su vida habían sido de cuidados y amarguras, pero su muerte fue la de un cristiano que como Pablo, había peleado la buena pelea, había guardado la fe y esperaba el galardón que el Señor, el justo juez, le daría en aquel día.

En el mismo año la guerra que estaba latente entre protestantes y católicos estalló en una realidad desconsoladora. Los protestantes perdieron primero y el emperador dictó leyes provisionales que no gustaron ni a los unos ni a los otros; pero en 1552 los protestantes ganaron una campaña contra el emperador, lo cual le obligó a convocar al fin la dieta de Augsburgo en 1555, en la cual se hizo la paz por la famosa sentencia: «Cujus regio ejius religio», lo cual quería decir que cada príncipe en el imperio alemán tenía que escoger entre el catolicismo y el protestantismo y que sus súbditos tenían que adoptar la religión de sus respectivos príncipes. Mientras esto pasaba en Alemania, Calvino estaba sentando la base de la forma calvinista del protestantismo, en Ginebra, ciudad que sirvió como centro para la propaganda reformista en Europa. La rebelión contra Roma, comenzada en Inglaterra en el reinado de Enrique VIII vino a ser bajo Eduardo VI un movimiento abiertamente protestante en sus doctrinas y prácticas.

En cuanto a Francia, la propaganda de la Reforma se desarrollaba, a pesar de las persecuciones rigurosas de que era objeto. En Italia y en España, también habían aparecido unos destellos de la nueva luz, pero pronto fueron apagados por la Iglesia, antes de que alcanzaran grandes proporciones.

Así pues, Lutero tuvo la dicha de ver a más de media Europa conmovida por la Reforma de que él había sido tan importante y elocuente medio; y el éxito alcanzado para la restauración de la verdad evangélica se debe, después de Dios, a su valor, fe y perseverancia.

* Tomado del libro "Los XX Siglos del Cristianismo" de Pablo Burgess, Editorial Clie, páginas 141-149.

VIDEO DOCUMENTAL DE MARTÍN LUTERO:

Vea un interesante documental, totalmente narrado en español y transmitido por 'The History Channel', para conocer la vida y la obra del gran Reformador alemán, en el siguiente enlace web:


Documental del Reformador Martín Lutero

31 DE OCTUBRE: “DÍA DE LA REFORMA EVANGÉLICA O PROTESTANTE”



El gran acontecimiento que despertó la atención del mundo a principios del siglo XVI fue la Reforma Evangélica o Protestante, que empezó el 31 de octubre de 1517 en Alemania, bajo la dirección de Martín Lutero, y se esparció por todo el norte de Europa, y que dio como resultado el surgimiento de las Iglesias Evangélicas que no debían fidelidad a la Iglesia Católica Romana.

El Papa reinante, León X, en virtud del hecho de que necesitaba grandes sumas de dinero para la terminación del templo de San Pedro en Roma, permitió a un agente llamado Juan Tetzel, que fuese por Alemania vendiendo certificados, firmados por el Papa, con virtud de conceder el perdón de todo pecado, no sólo de los poseedores del certificado, sino también de los amigos vivos o muertos en cuyo favor fuesen comprados, sin la confesión, el arrepentimiento, la pena o la absolución por un sacerdote.

Juan Tetzel decía a la gente: “Tan pronto como su moneda suene en el cofre, el alma de sus amigos ascenderá del purgatorio al cielo.” Ante esta situación Martín Lutero empezó a predicar en contra de Juan Tetzel y su venta de indulgencias, denunciando abiertamente su enseñanza.

En la mañana del 31 de octubre de 1517, Martín Lutero clavó en la puerta de la iglesia del Castillo en Wittenberg (Alemania) un pergamino que contenía las noventa y cinco tesis o declaraciones, casi todas relacionadas con la venta de indulgencias, pero en su aplicación atacaba la autoridad del Papa y del sacerdocio. Los gobernantes de la Iglesia Católica Romana en vano procuraban restringir y lisonjear a Martín Lutero; él permaneció firme y la tempestad sólo le hizo más resuelto en su oposición a las doctrinas y prácticas no apoyadas por la Biblia, que enseñaba el Catolicismo Romano.

Después de muchas controversias y la publicación de folletos que hicieron conocidas las opiniones de Martín Lutero por toda Alemania, sus enseñanzas fueron formalmente condenadas y fue excomulgado por una bula del Papa León X en junio de 1520. Se le ordenó al elector Federico de Sajonia que entregase a Lutero para ser juzgado y castigado, pero en vez de esto, le dio amplia protección, pues él simpatizaba con sus ideas.Martín Lutero recibió la excomunión con desafío llamándola “la bula execrable del Anticristo”, y el día 10 de diciembre, la quemó públicamente a las puertas de Wittenberg, ante una asamblea de profesores de la universidad, de los estudiantes y el pueblo. Con la bula del Papa también quemó copias de los cánones o leyes establecidas por las autoridades romanas. Este acto constituyó la renuncia final de Martín Lutero a la Iglesia Católica Romana.

En 1521, Martín Lutero fue citado ante la Dieta o Concilio Supremo de los gobernantes ale-manes, reuniéndose en Worms. El nuevo emperador, Carlos V, le dio la promesa de un salvo conducto, y Martín Lutero fue a la asamblea, aunque amonestado por sus amigos de que podría encontrar la misma suerte de Juan Hus en circunstancias parecidas en el Concilio de Constanza, en 1415. Lutero dijo: “Iré a Worms, aunque me acechen tantos demonios como tejas hay en los techados.”

El 17 de abril de 1521, Martín Lutero estaba ante la Dieta, la cual presidía el emperador, y en respuesta a la pregunta que si se retractaría de las declaraciones de sus libros, después de considerarlo respondió que no podía retractarse de nada excepto de lo que fuera desaprobado por la Escritura o la razón, terminando con las palabras: “Aquí estoy; no puedo hacer otra cosa. Que Dios me ayude. Amén.” El emperador Carlos V fue instado para que prendiese a Martín Lutero, ofreciendo como razón de que la fe no podía ser guardada con los herejes, pero le permitió salir de Worms en paz.

Mientras Martín Lutero viajaba de regreso a su hogar, repentinamente fue arrestado por soldados del elector Federico y llevado para su seguridad al castillo de Wartzburgo en Turingia. Permaneció allí cerca de un año, disfrazado, mientras que tempestades de guerra y revuelta rugían en el imperio.Pero no estaba ocioso, porque durante este retiro hizo su traducción del Nuevo Testamento a la lengua alemana, obra que por sí sola le hubiera hecho inmortal, por que su versión es considerada como el fundamento del idioma alemán escrito. Esto fue en el 1521; el Antiguo Testamento no fue terminado sino hasta varios años más tarde. Al regresar de Wartzburgo a Wittenberg, Martín Lutero reasumió la dirección del movimiento en favor de una Iglesia Evangélica, libre de excesos extravagantes.

La Reforma Evangélica o Protestante del siglo XVI fue basada sobre cinco grandes conceptos bíblicos:

1. Sola gracia, que afirma que la salvación es sólo por la gracia de Dios. Nadie la merece.

2. Solo Cristo, que sostiene que la justificación se obtiene sólo por los méritos de la muerte de Cristo en la cruz.

3. Sola fe, que significa que solamente por medio de la fe en la persona y la obra redentora de Jesús podemos ser aceptos delante de Dios.

4. Sola Escritura, que concluye que la Palabra de Dios es la única autoridad para que el pecador encuentre el camino de la salvación.

5. Solo gloria a Dios, que declara que el creyente reconoce que sólo Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo merece toda la honra y la gloria por su obra salvadora.

Estos conceptos básicos todavía nos sirven para llevar a cabo la obra de la Iglesia en la época en que nos toca vivir. Al recordar lo que pasó en el siglo XVI, damos gracias a Dios por haber renovado su Iglesia y por las personas como Juan Wycliffe, Juan Hus, Jerónimo Savonarola, Martín Lutero y otros, que estuvieron dispuestos a dar sus vidas para mantener la sencillez del Evangelio y a hacer un esfuerzo por purificar la Iglesia del Señor Jesucristo.

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Precursores de la Reforma Evangélica o Protestante

29 de octubre de 2008

PRECURSORES DE LA REFORMA EVANGÉLICA O PROTESTANTE




Surgieron dentro de la Iglesia Católica Romana cinco grandes movimientos de reforma entre los años 1000 y 1500 que prepararon el terreno para la Reforma Evangélica o Protestante en 1517 y los años siguientes.

Estos movimientos fueron aplastados por la persecución, pero los Albigenses y los Valdenses en Francia, Juan Wycliffe y sus seguidores (los lolardos) en Inglaterra, Juan Hus en Bohemia (hoy República Checa) y Jerónimo Savonarola en Italia, todos ellos fueron usados por Dios para despertar la conciencia del pueblo, y dirigirlo hacia la Biblia.
A. Los Albigenses (Siglo XII):
Poco se sabe de las doctrinas de los Albigenses que surgieron en el sur de Francia alrededor del año 1000 y alcanzaron prominencia en 1170, pero amaban la Biblia y es probable que ellos hicieron la primera traducción de las Sagradas Escrituras a un idioma común. Repudiaban la autoridad de la tradición, circulaban el Nuevo Testamento y se oponían a las doctrinas católico romanas del purgatorio, a la adoración de las imágenes y a las pretensiones sacerdotales.

Cualquiera que leía la Biblia podía observar la discrepancia entre la vida disoluta del clero católico y las enseñanzas de Cristo, entre algunas de las doctrinas católico romanas y la doctrina apostólica, y entre la hermandad sencilla del Nuevo Testamento y la jerarquía rica, ambiciosa y explotadora del pueblo que desde Roma dominaba todo aspecto de su vida.

El Papa y su corte en vez de ser amonestados por la Biblia, optaron por prohibir su lectura por los laicos en el idioma común. Aplicaron contra los Albigenses y otros reformadores subsiguientes, la política de exterminación de los herejes para acabar con la herejía. Al matar a casi todos los habitantes de la región donde radicaban los Albigenses, lograron acabar con la “secta” tan odiada.

B. Los Valdenses (Siglo XII):

Los Valdenses surgieron en el mismo tiempo, 1170, con Pedro Valdo, un comerciante de Lyon, que leía, explicaba, predicaba y circulaba la Escritura, a la cual apelaba en contra de las costumbres y las doctrinas de los católicos romanos.

Estableció una orden de evangelistas, “los hombres pobres de Lyon”, que anduvieron por el centro y sur de Francia, ganando adeptos.

Fueron cruelmente perseguidos, pero sacados de Francia encontraron albergue en los valles del norte de Italia, y a pesar de los siglos de persecución han permanecido, y constituyen hasta hoy una parte del grupo comparativamente pequeño de evangélicos en Italia.

C. Juan Wycliffe (Siglo XIV):
Juan Wycliffe empezó el movimiento en Inglaterra en favor de la libertad del poder romano y de la reforma en la iglesia. Nació en 1324 y se educó en la Universidad de Oxford, donde llegó a ser doctor en teología, y el dirigente en los consejos que se llevaban a cabo en dicha institución.

Atacaba a los frailes mendicantes y al sistema del monacato; rechazaba y se oponía a la autoridad del Papa en Inglaterra; escribió en contra de la doctrina de la transubstanciación, considerando al pan y al vino meramente como símbolos e instaba a que el servicio de la iglesia fuese más simplificado, de acuerdo con el modelo del Nuevo Testamento.

En otros países hubiese sufrido martirio, pero en Inglaterra era protegido por el más poderoso de los nobles; y aun cuando algunas de sus doctrinas fueron condenadas por la universidad, se le permitió retirarse a su parroquia en Lutterworth, y permanecer como sacerdote sin que se le molestase.

Su mayor obra fue su traducción del Nuevo Testamento al inglés, terminado en 1380; el Antiguo Testamento, en el cual le ayudaron algunos amigos, apareció en 1384, el año de la muerte de Juan Wycliffe. Sus seguidores fueron llamados “lolardos”, en un tiempo numeroso, pero bajo los reyes Enrique IV y Enrique V fueron perseguidos y finalmente exterminados. La predicación de Juan Wycliffe y su traducción prepararon el camino para la Reforma Evangélica o Protestante del siglo XVI.

D. Juan Hus (Siglo XV)

Juan Hus, en Bohemia (hoy República Checa), nacido en 1369, fue un lector de los escritos de Juan Wycliffe y predicó sus doctrinas especialmente proclamó la liberación de la autoridad papal. Fue hecho rector de la Universidad de Praga, y por un tiempo tuvo una influencia dominante por toda Bohemia.

El Papa le excomulgó y puso la ciudad de Praga bajo censura eclesiástica mientras él permaneciera allí. Juan Hus se retiró, pero desde su lugar de escondite enviaba cartas reafirmando sus ideas.

Después de dos años consintió en ir ante el concilio de la Iglesia Católica Romana en Constanza, en Baden, en la frontera de Suiza, habiendo recibido un salvo conducto del emperador Segismundo. Pero el pacto fue violado, sobre la base de que “la fe no se guardaría con herejes.”
Juan Hus muere quemado en la hoguera.

Juan Hus fue condenado y quemado en la hoguera el 6 de julio de 1415, pero su mensaje y su martirio despertaron en su patria el elemento de reforma.

E. Jerónimo Savonarola (Siglo XV):

Jerónimo Savonarola, nacido en 1452, fue un monje de la orden de los dominicos en Florencia, Italia, y prior del Monasterio San Marcos. Dios lo usó de una manera maravillosa para encender los fuegos de avivamiento y llevar al pueblo al arrepentimiento.

Predicaba como uno de los profetas antiguos, contra los males sociales, eclesiásticos y políticos de su tiempo; llenaba la gran catedral hasta rebosar con multitudes ansiosas, no tan sólo de escuchar, sino de obedecer sus enseñanzas.

Les hacía ver la necesidad de la experiencia individual de conversión, de una fe viva en Dios y una vida recta delante de él. Por un tiempo fue el jefe práctico de Florencia y efectuó una manifiesta reforma. Pero fue excomulgado por el Papa; fue aprisionado, condenado, colgado, y su cuerpo quemado en la gran plaza de Florencia.

Su martirio fue en 1498, solamente diecinueve años antes que Martín Lutero clavara sus 95 tesis en la puerta de la iglesia del Castillo de Wittenberg en Alemania.

18 de mayo de 2008

PREDICADORES ¿DE CUÁL CRISTO?



Por: Dr. Antonio Bolainez*

INTRODUCCIÓN

Recientemente estuve en la Isla de Puerto Rico, donde tuve el privilegio de conocer de cerca esa historia rica de la obra cristiana que ha salido en los últimos cien años de esta bendecida isla ubicada en el mar Caribe; y que indudablemente es la más bendecida, ya que en el resto de las islas, aledañas a República Dominicana, en su mayoría son islas hundidas en tradiciones y practicas relacionadas con el satanismo.

Pero Puerto Rico, tiene toda una historia de grandes hombres de Dios, verdaderos siervos del Él. La mayoría de ellos ya han partido con el Señor, y son muy pocos los que quedan de esa vieja guardia; es imposible no encontrar un testimonio de la gloria de Dios a través de estos siervos, que fueron fieles hasta el último suspiro de sus vidas, hombres que amaron la verdad y que predicaron esa verdad, haciendo que miles de almas recibieran al verdadero Cristo que murió en la cruz del calvario.

Estando en compañía del Rev. Mario Reyes —importante líder de la iglesia evangélica en la ciudad de Atlanta Georgia; y también puertorriqueño— me compartía sobre los falsos predicadores que están presentando a un Cristo distinto al que murió en la cruz del calvario, basado en esa conversación he decidido escribir este artículo que a continuación desarrollo.

APLAUDIDOS POR MUCHOS Y DESCONOCIDOS POR JESÚS
"No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad." Mateo 7:21-23.

¿Quienes son estos súper apóstoles que se presentan como las grandes celebridades del pueblo evangélico, irradiando soberbia y haciéndose acompañar por guardaespaldas, excesivamente derrochadores, es decir comelones y bebedores? ¿Son en verdad representantes del Cristo que murió en la cruz del calvario? ¿Realmente están ellos dando la gloria al verdadero Cristo? ¿A cuál Cristo representan ellos en realidad?

Un hermano de Nicaragua, me mando una nota del periódico nicaragüense El Nuevo Diario, sobre un reportaje titulado: “Llega Magnate del evangelio” editado por el periodista Edwin Sánchez y publicado el día 30 de Abril 2008. El periodista Sánchez presenta su reportaje en forma objetiva, con una contundente evidencia sobre la falsa realidad de quien se dice ser apóstol, y a quien desgraciadamente nuestros líderes evangélicos de mi país natal, ciegamente, lo han recibió como si fuera Jesucristo mismo.

Imagen del mencionado "tele-evangelista"
durante la conferencia de prensa en Managua,
Nicaragua publicada en "El Nuevo Diario".
Estos falsos apóstoles de la prosperidad, hacen alarde de sus extraordinarias nuevas revelaciones, presentándose como los nuevos iluminados del Señor. Muchos de estos fantásticos apóstoles, como el que se menciona en el reportaje del diario nicaragüense, hasta hace poco tiempo, no eran más que simples hombres sin preparación académica y con un historial de fracaso en los negocios. Pero hoy se presentan como grandes catedráticos, como grandes maestros de las verdades del evangelio, y haciendo alarde de ser hombres de grandes influencias políticas.

Nuestra iglesia evangélica de América Latina está invadida de este tipo de hombres, ellos están haciendo creer a nuestros feligreses que son verdaderos ministros del Señor Jesucristo, y se presentan como una especie muy especial de parte del Señor, al punto que se atreven a decir que ellos son enviados para traer una “restauración apostólica”, y como los hombres iluminados para liderar la gran conquista de las naciones.

Estos súper hombres infiltrados como apóstoles del Señor, están acarreando multitudes de almas sedientas de conocer al Señor Jesucristo, pero el gran problema es que les están presentando a un Cristo que no es el Cristo que murió en la Cruz del Calvario, o mejor dicho les están presentando un evangelio muy diferente al que presento el Señor Jesús y sus apóstoles, un evangelio que suena bastante bonito, pero que es más parecido a la nueva era y al gnosticismo.

Si el Cristo que estos falsos apóstoles están presentando, no es el Cristo que narran los evangelios, entonces que les están haciendo recibir a estas multitudes, por cierto miles de ellos salidos de numerosas iglesias evangélicas a las cuales ellos ahora llaman iglesias anticuadas. El tan solo pensar en eso, me pone como comúnmente se dice “con los pelos de punta”. Pero para poder llegar a averiguar esa incógnita, necesitamos ver a la luz de la Biblia si lo que estos falsos apóstoles están diciendo es verdad.

PUEDE HABER NUEVA RESTAURACIÓN APOSTOLICA

"Pero si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anuncia un evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguien os predica un evangelio diferente del que habéis recibido, sea anatema." Gálatas 1:8-9.

En una de mis conferencias impartida el 01 de mayo de este año, a los pastores del concilio Alianza Cristiana, en la ciudad de Torreón, Coahuila, México, les compartía que nuestra comunidad hispana en Estados Unidos, en su gran mayoría es gente que trabaja en construcción, y que por lo tanto entiende perfectamente la palabra “Restauración”. Déjenme citarles la definición del diccionario: “Restauración. (Del lat. restauratĭo, -ōnis). f. Acción y efecto de restaurar. 2. En un país, restablecimiento del régimen político que existía y que había sido sustituido por otro. 3. Reposición en el trono de un rey destronado o del representante de una dinastía derrocada. 4. Período histórico que comienza con esta reposición”.

Para nuestros hispanos en Estados Unidos, esta palabra significa, remover las cosas viejas para hacerlo nuevo, en otras palabras remover las estructuras viejas y poner nuevas, que es exactamente la idea central de las definiciones del diccionario. Al analizar esta palabra de inmediato nos damos cuenta que las afirmaciones de estos falsos apóstoles, es totalmente anti bíblica y por lo tanto anatema, por cuanto las enseñanza de los apóstoles del nuevo testamento continúan siendo vigentes y en ningún momento pueden ser restauradas, o que se le pueda añadir cualquier otra forma al fundamento que ya se ha sido dado a la iglesia.


En la llamada "Restauración Apostólica y Profética"
observamos ensalzada la figura del “apóstol” minimizando
el genuino evangelio de salvación en Cristo Jesús.
Algunos de estos falsos apóstoles tratan de respaldar su famosa restauración apostólica amparándose en el pasaje del libro de los Hechos 3:21. "A este, ciertamente, es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo." Por supuesto que aplicar este pasaje a las pretensiones de estos falsos apóstoles, es un garrafal error de interpretación, puesto que el mensaje de Pedro está dirigido al glorioso día de la Segunda Venida del Señor Jesucristo en poder y gloria; para precisamente establecer el reino milenial, es decir el gobierno de restauración de todas las cosas, incluyendo el mismo planeta tierra que gime en estos momentos ante tanta contaminación.

Si la Biblia no respalda a estos falsos apóstoles sobre su famoso tema de restauración, quiere decir que estos están en gravísimos problemas delante de nuestro Dios Todopoderoso, y por lo tanto tal como lo declara el apóstol Pablo en Gálatas 1:8-9, son anatema. ¿Ahora entienden ustedes mi preocupación por los líderes de mi país de origen, Nicaragua, al estar abriendo puertas a este tipo de personas?.

La Biblia entera nos advirtió seriamente a tener cuidado sobre este tipo de falsos profetas y falsos maestros que se presentarían como ministros de Cristo, pero que si fin seria otro. Basta con solo leer capítulos como 2 Pedro 2; Judas capitulo 1; 2 Timoteo 3:1-5. y 4:1-4. Y podría seguir citando innumerables pasajes, desde el Antiguo Testamento hasta el Nuevo Testamento, que advierten de la aparición de estos hombres.

Por lo tanto quedan totalmente descartadas las pretensiones de estos falsos apóstoles de la prosperidad, y que en la mayoría de los casos ni siquiera entienden ellos la palabra apóstol, ya que si la entendieran no se presentarían con tanta soberbia, sino que estarían haciendo lo que realmente significa ser apóstol, ser un “Enviado”; que es realmente el trabajo que hace un misionero. El apóstol nunca era enviado para ser servido, sino para servir en la misión a la cual el Señor lo había encomendado: Levantar nuevas iglesias.

¿EXISTE UNA NUEVA REVELACIÓN?

"Yo advierto a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añade a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Y si alguno quita de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro." Apocalipsis 22:18-19.

Estos falsos ministros siempre están hablando de ser los paladines de las nuevas revelaciones del Señor. Constantemente están presentándose como profetas, anunciando nuevas revelaciones profundas, y hasta anunciando nuevas visiones de una nueva forma del evangelio, al cual llaman el “espíritu de la visión”; tal como lo enseña el llamado apóstol César Castellanos en su famoso proyecto G12.

Lo peor es que no solo las multitudes de evangélicos están totalmente engañados con este tema de restauración y nuevas revelaciones, también una enorme cantidad de pastores se han creído estas terribles y aberrantes herejías, y lo peor es que estos engañados están dispuestos hasta arriesgar su propia salvación por defender de forma fanática estas falsas enseñanzas. Esto me recuerda el mensaje a la iglesia de Tiatira en Apocalipsis 2:18-28. Esa famosa profetisa a la cual el Señor llama Jezabel, seducía a la iglesia de Tiatira, haciéndole creer que ella traía profundidades del Espíritu Santo.

Cualquier nueva revelación o cualquier nueva visión, que involucre añadidos a los fundamentos del evangelio de las sagradas escrituras, es considerada totalmente inaceptable por la teología, sencillamente porque el Canon de las Sagradas escrituras está sellado. Y Pablo fue contundente en su mensaje a los Gálatas, anunciándole que cualquier añadido al evangelio sería considerada una blasfemia, y por lo tanto los involucrados serían simples anatemas, y la misma Biblia termina con una seria advertencia sobre a los que traten de añadir o quitar las cosas escritas y selladas en la palabra. Tal como lo indica el pasaje de Apocalipsis 22:18-19.

En definitiva no puede haber nueva revelación, lo que sí es una realidad, es que el Espíritu Santo nos da luz sobre la profundidad de la palabra del Señor en la Biblia, no debemos confundir, el don de profetizar del Espíritu Santo en la iglesia, es decir que el Señor usa a hermanos en la iglesia con mensaje de profecía, y desde luego esa profecía en ningún momento se contradice con la palabra del Señor, todo lo contrario, siempre está respaldada en la palabra y en ningún momento para sustituirla.

NUNCA LES CONOCI

"No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad." Mateo 7:21-23.

Es indiscutible, estos falsos apóstoles acarrean a multitudes, sus iglesias están repletas de adeptos, pero ¿A que Cristo han recibido estos seguidores? pues en el mensaje de estos falsos apóstoles nunca predican sobre el arrepentimiento, nunca predican sobre la eternidad en relación a la verdad ineludible del infierno, nunca predican sobre la inminente venida del Señor Jesucristo, nunca predican sobre el pecado, en especial sobe el adulterio, fornicación y mucho menos sobre la homosexualidad.

En la “nueva revelación” el nombre de Cristo es usado como un
medio para la prosperidad y engrandecimiento del individuo. En el
verdadero evangelio Cristo es el único camino para llegar al Padre,
y la mira esta en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
¿Entonces si estos hombres nunca predican sobre el verdadero arrepentimiento, como es que muchísimas personas se han convertido en sus iglesias, y como es que han arrastrado a miles de evangélicos de otras iglesias? Para poder entender mejor esto tenemos que analizar este pasaje de Mateo 7:21-23.

Debemos de aclarar que de acuerdo a las palabras del Señor Jesús, esto ocurrirá el día del Juicio final, no en el tribunal de Cristo, puesto que este tribunal solo será para la iglesia que ha sido arrebatada y por lo tanto estos falsos apóstoles no estarán allí. Por lo tanto estos hombres estarán frente al gran trono Blanco en el día del gran juicio final. Apocalipsis 20:11-15. Los mismos demonios tiemblan cuando escuchan sobre el gran juicio final, imagínese lo que será para estos falsos predicadores, que se han enriquecido utilizando la imagen del Señor Jesús.

En estos primeros días de mayo que estuve en la ciudad de Torreón, Coahuila, me acompañó el pastor Miguel Rosell de Madrid, España, y le consultaba a Miguel si pensaba él que estos falsos predicadores, no saben que lo están haciendo es malo, y lo están haciendo en forma inocente; la pregunta la formulé en base a las expresiones que ellos le hacen al Señor en el pasaje de Mateo. Miguel me respondió que en ningún momento ellos son inocentes de lo que están haciendo, pues en la mayoría estos falsos apóstoles salieron de iglesia con buena doctrina. En otras palabras, ellos en sus inicios fueron conocedores de la verdad doctrinal. La razón que ellos tratan de argumentar ante el Señor, es porque no les queda otra alternativa más que recurrir al argumento de haber sido predicadores del Señor Jesús, por los poderes y prodigios que a ellos les acompañó.

Pero no hay que olvidar que el propio Señor Jesús enseña, que los falsos profetas, vendrán dotados de poderes para hacer toda clase de milagros y prodigios, con la finalidad de engañar aun a los escogidos. Mateo 24:23-25. El mismo Pablo escribió a los hermanos de Tesalónica, que estos falsos hombres vendrán dotados de todo poder engañoso. 2 Tesalonicenses 2:9-12.

Es por eso que el Señor no les reprocha, cuando ellos dicen: Señor, Señor, en tu nombre profetizamos, en tu nombre echamos fuera demonios y en tu nombre hicimos muchos milagros, en otras palabras ellos utilizaron el nombre del Señor, y por supuesto los demonios tienen que salir cuando se les manda en el nombre del Señor Jesús.

La repuesta del Señor es contundente y desconcertante para ellos, “nunca les conocí hacedores de maldad”. Miguel Rosell me compartía una enseñanza en relación a la demonología, referente a los demonios del hades, que estos son demonios de maldad. ¿Por qué el Señor les dice hacedores de Maldad?

La repuesta, me decía el pastor Mario Reyes de Atlanta Georgia, es que estos falsos apóstoles, en realidad lo que están haciendo es hacer creer a esa multitud que los sigue, que ellos están recibiendo al Señor Jesucristo, pero realmente es al anticristo el que reciben, y por lo tanto todas estas almas, al no tener el verdadero evangelio, lo que están recibiendo es a la misma bestia, que se ha introducido por medio de estos falsos apóstoles, y de esa manera ataca al cuerpo de Cristo desde adentro de la iglesia.

Al no tener el verdadero evangelio, las almas están
cayendo cautivas bajo el espíritu de la bestia anticristo.
Siendo terreno fértil para el ecumenismo y la creciente apostasía.
Miles de estas almas, vinieron a estas iglesia con el deseo de recibir al Señor, pero se encontraron con un evangelio que no les exige nada a cambio, y que nunca les predicó el arrepentimiento y perdón de pecados por la sangre del cordero de Dios, en otras palabras miles de estas almas pudieron haber llegado a los verdaderos brazos del Señor Jesús, pero no lo hicieron por culpa de estos falsos maestros.

Una de las cosas graves delante del Señor, es hacer tropezar a las ovejas. Mateo 18:6. Estos falsos apóstoles están engañando a multitudes, y están presentando un evangelio demasiado liviano, como dije un evangelio, que se parece más a la nueva era que el evangelio del Nuevo Testamento. De allí la impresionante declaración del Señor Jesús, “Nunca les Conocí”. En otras palabras ellos nunca pertenecieron al verdadero Cristo de la cruz del calvario, ellos pertenecieron al falso Cristo, es decir al anticristo.

CONCLUSIÓN

Es sumamente duro hablar de esto, pero desgraciadamente es una realidad que la estamos viviendo en todo su esplendor. Estos falsos apóstoles se han apoderado de casi la mayoría de las conocidas fraternidades de pastores, desde donde manipulan y persiguen a los verdaderos predicadores, tal es el caso patético en la ciudad de Piedras Negras, Coahuila, México, un pueblo fronterizo con Texas, esta ciudad tiene dos alianzas de pastores, y ambas están “secuestradas” por falsos ministros del apostolado de la prosperidad y de los encuentros.

Algunos de estos líderes atacaron a nuestro ministerio con palabras de maldición y con toda clase de calumnias, puesto que no pudieron defenderse con la palabra del Señor, al no haber podido demostrar ellos con la palabra, de que sus enseñanzas eran Bíblicas, acudieron a la amenaza y la calumnia, algunas de ellas sumamente ridículas, como la que yo estaba enseñando que la iglesia pasara aquí en la tierra la Gran Tribulación. Estas dos alianzas de Piedras Negras, se han unido para atacar y boicotear al pastor Jesús Martínez, rompiendo los afiches y anuncios, que él ha puesto con motivo de la visita del pastor Miguel Rosell, a esa ciudad en los en la segunda semana de mayo.

"Así que por sus frutos los conoceréis." Mateo 7:20. Estos falsos apóstoles son capaces de hacer cualquier mal contra todo siervo que no piense como ellos, tal como está sucediendo en Piedras Negras; estos falsos apóstoles son profundamente soberbios, tal como presenta el artículo del Nuevo Diario, que cito al comienzo de este articulo. Ellos llenan a la perfección el pasaje de Pablo en 2 Timoteo 3:1-5.

Al haber leído el artículo de este periódico de la visita de este hombre a Nicaragua, y ver como el propio liderazgo evangélico nacional le abrió las puertas, me ha dado profunda tristeza. Pues cuando los líderes cristianos de un país están ciegos, entonces el futuro de esa nación es un futuro incierto. Me duelo por Nicaragua, que está cargando con una enorme crisis, y la iglesia evangélica gastando miles de dólares en hoteles de cinco estrellas para satisfacer la soberbia de estos falsos profetas, que se hacen acompañar de guardaespaldas, pagados por las ofrendas de los mismos evangélicos; en este caso, por nuestros propios evangélicos de Nicaragua, quienes al final son quienes pagan la enorme factura de gastos.

Aunque debo aclarar que no todo el pueblo evangélico de Nicaragua está apoyando estas falsas doctrinas y mucho menos estas extravagantes visitas, lo mismo puedo decir del resto de los países de América Latina, pues el Señor siempre tiene su remanente. "Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de maldad todo aquel que invoca el nombre de Cristo." 2 Timoteo 2:19.

Hoy más que nunca nuestros hermanos evangélicos, deben de permanecer en una buena iglesia, que mantenga la sana doctrina, no importa que les digan que está en una iglesia anticuada, asegúrese que su pastor predique el verdadero santo evangelio. Lo mismo aconsejo a las almas que todavía no han recibido al Señor, les insto a que busquen lo antes posible al Señor Jesucristo, y que no tengan miedo, siempre el Señor tiene una buena iglesia en su comunidad, iglesia y pastor que aman al Señor.

"Yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él y cenaré con él y él conmigo." Apocalipsis 3:20.

Dios les bendiga grandemente.

Shalom.

Dr. Antonio Bolainez


Citas Bíblicas:

Reina Valera Revisada (1995) Bible Text. Miami : Sociedades Biblicas Unidas, 1998

Diccionario consultado:

Microsoft® Encarta® 2006. © 1993-2005 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.

Cita periodistica:
El Nuevo Diario, 05/05/2008, Sanchez Edwin, "Llega magnate del evangelio"

http://www.elnuevodiario.com.ni/nacionales/14896
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* El doctor Antonio Bolainez es un reconocido escatólogo (estudioso de las profecías del final de los tiempos), dirige el Ministerio Evangélico Cristiano Internacional "Bolainez Ministries Inc." y radica en Texas, USA. Dios ha permitido a este Ministerio viajar por el mundo, compartiendo las Sagradas Escrituras, las buenas nuevas de nuestro Señor Jesucristo y las advertencias proféticas de los últimos días.

Sitio Web del Dr. Antonio Bolainez:

http://www.bolainez.org
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13 de abril de 2008

UNA IGLESIA FIEL



Por: Pbro. Raúl Rojas Meneses*

INTRODUCCIÓN

En Hechos 2:1–4, 41–47 se nos presenta la formación de la Iglesia y como ésta se conducía y crecía. De acuerdo al texto leído, se nos indica que desde un comienzo los miembros de la iglesia
“perseveraban en la doctrina de los apóstoles”, y “el Señor añadía cada día los que habían de ser salvos”.
La Iglesia la podemos definir como universal e invisible, que consiste de todo el número completo de escogidos, que han sido, son y serán reunidos en uno, bajo Cristo como su cabeza; y es la esposa, el cuerpo, la plenitud de Aquel que lo llena todo en todo.

La Iglesia tiene una tarea divina, dada por Dios, relacionada con la verdad:

- Debe preservar la Palabra de Dios. Esto es mantener y defender la verdad en contra de todas las fuerzas de la incredulidad y el error (Tito 1:9–11 y Judas 3).

- Debe administrar la verdad. Esto consiste en la predicación de la Palabra de Dios en el mundo, para la conversión de los pecadores (Marcos 16:15; Romanos 10:13-15), y la predicación al pueblo de Dios para la edificación espiritual (2 Timotep 3:16-17; Hebreos 5:11 al 6:3).

En 1ª de Pedro 2:9 se nos presenta a la Iglesia en una relación con Dios y con el mundo: llamada a ser una nación santa, apartada para la adoración de su Señor, y por otro lado llamada a convivir con el mundo,
“para anunciar las virtudes de aquel que nos sacó de las tinieblas a su luz admirable”. Esta misma idea la encontramos en la oración de Jesús en Juan 17: “No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo” (versículos 15 y 16).

Gracias al Señor que la piedra principal de la Iglesia es él mismo, y nosotros piedras vivas que se edifican sobre el fundamento. Por lo tanto él es “quien edifica a su Iglesia”, pues si fuera por nosotros ésta ya habría desaparecido.

La historia de la Iglesia está llena de evidencias de fracaso humano, corrupción mundana, infidelidad, desviación doctrinal, indulgencia y debilidad. No obstante, el Señor es quien sigue construyendo la Iglesia. Hasta en los tiempos más asoladores, siempre “ha quedado un remanente escogido por gracia (Romanos 11:5).

En esta oportunidad quisiera referirme a ciertos peligros o amenazas que son riesgo para el cumplimiento de la misión dada por el Señor. Y finalmente establecer la absoluta relación entre la Iglesia, como organización, y sus miembros.

I) PELIGROS QUE LA IGLESIA DEBE EVITAR:

1. Iglesias que descuidan la adoración.

La Iglesia no siempre se destaca por la profunda realidad de su culto de adoración. Parecería que existe poco sentido de la grandeza y la gloria del todopoderoso Dios. No se refleja una inclinación ante él, sobrecogidos y maravillados por su magnificencia y misericordia. Se nota una lejanía abismante con las palabras del salmista
“Oh Jehová, Señor nuestro, ¡Cuán grande es tu nombre en toda la tierra, que has puesto tu gloria sobre los cielos!” (Salmo 8:1).

En estas iglesias, el culto de adoración muchas veces no es más que ritual sin realidad, forma sin poder, entretenimiento sin temor, irreverentes, religión sin Dios.
“Este pueblo con los labios me honra, mas su corazón lejos está de mí”
(Marcos 7:6).

“Este pueblo de labios me honra; mas su
corazón está lejos de mí” (Mateo 15:8).
Una iglesia que adora al Señor debe tener una lectura y predicación de su Palabra tan fieles, que por medio de ellas se oiga su voz viva, dirigiéndose a su pueblo. La administración de la Cena del Señor debe ser tan reverente y expectante, que la presencia del Señor Jesucristo entre su pueblo y alrededor de la mesa, sea una realidad innegable. Y finalmente el ofrecimiento de la alabanza y oración tan sincero que el pueblo de Dios diga con Jacob: “Ciertamente Jehová está en este lugar, y yo no lo sabía” (Génesis 28:16) y los incrédulos presentes caigan de rodillas y adoren a Dios exclamando: “...Verdaderamente Dios está en vosotros” (1ª Corintios 14:25).

2. Iglesias preocupadas sólo por el crecimiento numérico y económico, y no por la salvación de las almas y edificación espiritual del pueblo de Dios.

En la actualidad existen muchas iglesias seducidas por el movimiento de “Iglecrecimiento”. Este movimiento establece las leyes del mercado para dirigir una iglesia, “se le da al consumidor lo que él quiere comprar y no lo que realmente necesita, de acuerdo a la Palabra del Señor”. Las iglesias permiten que los dramas, la música mundana, la recreación, el entretenimiento, los programas de autosuperación, etc, opaquen la adoración tradicional; se ve a la predicación, y en particular a la expositiva, como un vestigio anacrónico, pasado de moda y completamente ineficiente.

Declarar con sencillez la verdad de la Palabra del Señor se considera ofensivo y por completo improductivo. Se aconseja amenizar primero a la gente, dándoles psicología popular y sugerencias para el éxito, y así estos entrarán a las congregaciones y de esta forma serán más receptivos. Una iglesia que sacrifica la predicación de las verdades bíblicas, por mantener a las personas entretenidas y cómodas, solo está atendiendo a su
“comezón de oir” (2 Timoteo 4:3 y 4).

El Iglecrecimiento es un movimiento antibíblico, claramente impulsado por el “Pragmatismo”, el cual establece el valor o significado de algo por las consecuencias prácticas de éste. Es relativista y subjetivista y por lo tanto no lo podemos aceptar.


Actualmente muchas iglesias están envueltas en el
Iglecrecimiento por el afán de crecer númericamente.
Tozer describió el peligro que el pragmatismo representa para la iglesia: “La filosofía pragmática… no hace preguntas embarazosas acerca de la sabiduría de lo que estamos haciendo o siquiera de su moralidad. Acepta nuestros fines elegidos como correctos y buenos, y parte en busca de medios y procedimientos eficientes para alcanzarlos. Tan pronto descubre algo que funciona busca un texto para justificarlo, “consagra” el método al Señor y avanza sin reservas. A continuación se escribe un artículo acerca del método en alguna revista, luego un libro y por último se otorga a su inventor un grado honorífico. Después de esto cualquier duda sobre la autoridad bíblica de las cosas o tan siquiera su validez moral es rechazada por completo. No se puede discutir con el éxito. El método funciona, luego tiene que ser bueno”.

Lo más peligroso de este movimiento: es que le da mayor énfasis a las técnicas, estrategias o metodologías que a la doctrina o verdad Bíblica. Y no nos engañemos, pues en estos últimos tiempos se están levantando muchas voces de indulgencia doctrinal. Recordemos que entre doctrina falsa y mundanalidad, existe una relación muy estrecha e incorporar elementos mundanos a la labor santa de la iglesia, más temprano que tarde, traerá consecuencias muy amargas.

Pablo nos dice:
“Porque no me avergüenzo del evangelio: porque es potencia de Dios para salud a todo aquel que cree...” (Romanos 1:16).

¿Cuál es el consejo del Señor, por medio de Pablo a Timoteo, en la dirección de una iglesia?:

* Ser fiel en su predicación de la verdad Bíblica.

* Tener denuedo en la exposición y refutación del error.

* Ser un ejemplo de piedad.

* Ser diligente y trabajar duro en el ministerio.

* Estar dispuesto a sufrir aflicción y persecución en su servicio al Señor.

Una iglesia puede se innovadora y creativa en la presentación del evangelio, pero debemos tener mucho cuidado con armonizar nuestros métodos con la profunda verdad espiritual que estamos tratando de trasmitir. No se puede tratar con trivialidad el mensaje sagrado y recordemos que es el mensaje, y no el medio, el corazón de la predicación.

3. Iglesias poco cuidadosas de la sana doctrina.

Una de las tácticas más sutiles de Satanás es la de apartar a los creyentes de la sana doctrina. Falsas doctrinas en sus diversas formas han plagado a la Iglesia desde sus comienzos (Gálatas 1:6 y 7).

Durante los últimos 200 años, el liberalismo teológico y el escepticismo han socavado a la Iglesia y hecho que muchas personas abandonen doctrinas fundamentales, tales como la deidad de Cristo, la inspiración y autoridad de la Biblia, la salvación por fe, la resurrección histórica de Cristo, etc. Actualmente la Iglesia Evangélica se encuentra debilitada por las influencias del subjetivismo, pragmatismo, psicoterapia y hasta un equivocado sentido de la tolerancia y de ecumenismo que pretende diluir y restar importancia a la doctrina.


Los evangélicos por desconocimiento doctrinal está siendo
seducidos por el Ecumenismo para unirse con los católicos.
Muchas iglesias consideran que la defensa de la fe no es parte de su responsabilidad. En su afán de evangelización descuidan el adoctrinamiento, en las verdades Bíblicas, del pueblo de Dios. Ignoran por completo los repetidos consejos del Señor a causa de mantener la sana doctrina.
“Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros de la común salud, me ha sido necesario escribiros amonestándoos que contendáis eficazmente por la fe que ha sido una vez dada á los santos” Judas 3.

“Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas pláticas de vanas cosas, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia” 1 Timoteo 6:20.
“Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello; pues haciendo esto, á ti mismo salvarás y á los que te oyeren” 1 Timoteo 4:16.

Estas iglesias poco a poco van quedando sin los fundamentos firmes, que entregan las verdades doctrinales, y lamentablemente son influenciadas por cualquier corriente ideológica naciente.

¡DIOS NOS LIBRE DE CAER EN ESTOS PELIGROS!

II) UNA IGLESIA FIEL, REQUIERE DE CREYENTES FIELES E ÍNTEGROS

1. Una iglesia que adora, requiere cristianos adoradores de Dios.

Jesús dijo:
“Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que adoren”. (Juan 4:23). Cristianos que aprecien a cada momento la grandeza, poder y misericordia del Señor y esto sea expresado en un espíritu de “temor a Dios” (Respeto reverente), en la alabanza, oración y en cada acción.

“Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos
delante de Jehová nuestro Hacedor” (Salmos 95:6).
Este temor nace de la conciencia de nuestra propia bajeza y limitaciones, contrastada con la santidad e infinidad de Dios. Sin lugar a duda que este contraste es que quiere reflejar el Señor, por medio de Isaías, al pronunciar lo siguiente: “El cielo es mi solio, y la tierra estrado de mis pies: ¿dónde está la casa que me habréis de edificar, y dónde este lugar de mi reposo? Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas cosas fueron, dice Jehová: mas á aquél miraré que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla á mi palabra”. (Isaías 66:1 y 2).

¿Cuánto de este temor de Dios se necesita en nuestras iglesias?, y ¿Cuánto de este respeto profundo y reverente necesitamos muchas veces nosotros?

2. Una Iglesia fiel a la sana doctrina, requiere miembros con integridad doctrinal.

Creyentes dispuestos a:

a. Preservar la sana doctrina.

¿Cómo preservar la verdad? (Se debe creer la palabra – memorizarla – meditarla – estudiarla – obedecerla).

b. Proclamar la verdad Bíblica.

La esencia de nuestra predicación es el Señor Jesucristo.

c. Vivir la verdad del Señor.

No existe una dicotomía entre doctrina y vida, ambas están estrechamente relacionadas. (Tito 2:11 y 14).


Los cristianos fieles debemos
escudriñar las Sagradas Escrituras.
La verdad del Señor, debe ser el referente para todas las acciones y actitudes de los hijos del Dios. ¿Cómo defenderemos la omnisciencia y omnipresencia del Señor, si ante las dificultades de este mundo nos sentimos desamparados? ¿Qué valor tiene la soberanía de Dios, si no apreciamos su mano en todas las cosas y como niños confiamos en El?, ¿Tiene valor, en nuestra vida cotidiana, la resurrección histórica de Cristo?

Un verdadero evangélico fundamentalista debe conocer la verdad bíblica y vivir en la verdad. No es posible defender aquello que no se conoce y menos aquello que no se vive. (Santiago 1:22).

3. Una iglesia santa, requiere de cristianos santos.

Una vez que hemos sido perdonados en Cristo, debemos andar en novedad de vida (Romanos 6:4).

En Efesios 4:17-24, Pablo nos invita a dejar la pasada manera de vivir y a vestir al nuevo hombre criado conforme a Dios en justicia y santidad de verdad.

La santidad no es una opción, es el deber de cada hijo del Señor. Es una orden basada en la santidad misma de Santo Dios:
“Sed santos porque yo soy santo”.

4. Una iglesia que cumple su misión, requiere de cristianos que sean la sal de la tierra y la luz del mundo (Mateo 5:13-15).

La sal es figura del cristiano que por su forma de vivir detiene el avance del pecado en el mundo, y la luz refleja claridad, alegría, vida: lo que cada cristiano debe mostrar a un mundo lleno de angustia, desesperación y en una profunda oscuridad.


El cristiano tiene el deber
de ser sal y luz de este mundo.
¡QUIERA EL SEÑOR QUE NUESTRAS IGLESIAS ESTÉN LLENAS DE ESTOS CRISTIANOS!

CONCLUSIÓN

¿Cómo podemos evitar los peligros mencionados? Y ¿Cómo desarrollar, en nuestras iglesias, este tipo de cristianos?

En la segunda carta a Timoteo, Capítulo 4, Pablo nos indica lo siguiente:

“Requiero yo pues delante de Dios, y del Señor Jesucristo, que ha de juzgar a los vivos y los muertos en su manifestación y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina; antes, teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído, y se volverán a las fábulas. Pero tú vela en todo, soporta las aflicciones, haz la obra de evangelista, cumple tu ministerio”.

Y finalmente recordemos que Jesús y sólo él, es quien edifica su Iglesia.

¡Que el Señor nos bendiga!


* El Presbítero Raúl Rojas Meneses es Anciano Gobernante de la Iglesia Presbiteriana Nacional Fundamentalista "Smirna" de Santiago, Chile.

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30 de marzo de 2008

¡EL SEÑOR JESÚS VIENE EN BREVE!



Por: Pr. Miguel Rosell*

Personalmente, soy de los que creo que la venida del Señor Jesucristo a por Su Iglesia, lo que denominamos el Arrebatamiento basándonos en 1 Tesalonicenses 4: 13-18; 1 Corintios 15: 51-54 entre otras escrituras, será un hecho que debería ocurrir en breve.

En este artículo no voy a hablar de las razones que me impulsan a creer que esto es así, razones todas ellas de índole profético, sino a comentar razón que presentan aquellos que piensan de manera diferente, es decir, que el Señor no va a venir aún; que no puede venir todavía.

Uno de los motivos, cual ya profusamente he argumentado en alguna otra parte, es por la creencia de que la Iglesia, antes de la venida del Rey de reyes, tiene que establecer Su Reino en este mundo; en otras palabras, estos que creen que el Reino es Ahora (en inglés Kingdom Now; Reino Ahora), están convencidos de que el Milenio descrito en Apocalipsis 20, es ahora, y que por lo tanto, es antes que el Rey, y que cuando el mundo esté cristianizado y las naciones tomadas para Cristo (el entendimiento de esto último varía de unos a otros), entonces podrá venir Jesucristo para sentarse en el trono en la ciudad de Jerusalén.

Existe, no obstante, otra razón supongo que entre otras, para creer que el Señor Jesús no va a venir en este tiempo, y esto último es el por qué de este artículo.

¿Cristo todavía NO puede venir en este tiempo?

Para muchos de los que creemos en la venida de Cristo a por Su Iglesia, es decir, la resurrección de los muertos en Cristo y el Rapto de los vivos en Cristo como un solo acto, entendemos que según la Escritura, no está sujeta ni a tiempos, ni a sazones, ni a condiciones de ningún tipo. El mismo Señor lo dijo:
"Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis" (Mateo 24:44). En el griego original la traducción más precisa de esto último es: "Cuando no os parece". Desde luego que podría ser este el momento de la venida del Señor a por los suyos, porque para la mayoría, este el tiempo que menos parece que vaya a ocurrir tal evento, especialmente desde que empezó este siglo, se vio el fiasco del célebre y2k, y pasó la fiebre del año 2000 (como ocurrió lo mismo mil años atrás).

Sin embargo, el libro de Apocalipsis se cierra con una declaración y un clamor:
"El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús"
(v. 20).

Quien lo dice es el mismo Señor Jesús, y Él no puede mentir. El puede venir en cualquier momento, por ello, no es de recibo el asegurar que Su venida no puede efectuarse en este tiempo, porque Él mismo dice que viene en breve. Con la Biblia en la mano, nadie puede afirmar que vendrá de seguro la semana próxima, así como tampoco nadie puede asegurar que no vendrá en este tiempo.

No nos toca a nosotros poner límites al tiempo de su venida, ni por opinión, ni por interpretación de algún pasaje escritural. De esto último estaremos hablando.En cambio, si podemos ver por el cumplimiento de las profecías, que este puede ser el tiempo de Su venida. ¡El puede venir en cualquier momento!.

¿Cristo todavía no puede venir en este tiempo porque no se ha cumplido Mateo 24:14?

Algunos, (muchos o pocos) creen que el Señor Jesús no puede volver a por la Iglesia hasta que se haya predicado por toda la tierra el Evangelio del Reino, cumpliéndose, por tanto, el versículo que dice:
"Y será predicado este Evangelio del Reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin" (Mateo 24:14).

Como ya vimos, y recordémoslo, no podemos poner condición alguna en cuanto al tiempo para la venida del Señor. El vendrá cuando sea enviado por el Padre (Mateo 24:36). Pero observemos de cerca ese versículo. Lo que me enseña este versículo con claridad es que el fin (télos en griego) no vendrá sino hasta que sea proclamado el Evangelio del Reino que Jesús predicaba, por toda la tierra habitada.
Acerca del Fin
Entendamos que significa “el fin” que ha de venir:

Jesús nos habla del fin. Esta palabra en griego tiene diferentes acepciones, veamos algunas de ellas: “Cumplimiento, realización, consumación, resultado, desenlace, conclusión, término, fin”.

Haciendo un resumen y sacando una media, así como por el contexto de lo que el Señor está diciendo, la conclusión que podríamos sacar, es que Él se está refiriendo al final de las cosas como las vemos hoy; o dicho de otro modo, el desenlace final de la vida y existencia en este planeta tal y como la humanidad la ha vivido desde la caída de Adán y Eva. En términos aún más evangélicos quizás: El fin absoluto de las obras y actuación del maligno sobre los hombres, así como su señorío en este planeta tierra. Ahora mismo sigue cumpliéndose el siguiente versículo:
"Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno" (1 Juan 5:19). Así pues, el fin, deberíamos entenderlo como el fin del maligno y sus obras, y consecuentemente la liberación del mundo de toda su influencia. Sería entonces el cumplimiento de Daniel 7:26,27 "Pero se sentará el Juez, y le quitarán su dominio (a la Bestia) para que sea destruido y arruinado hasta el fin, y que el reino, y el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es reino eterno , y todos los dominios le servirán y obedecerán".

¿El Arrebatamiento es el fin?

Un momento entonces, volviendo de lleno a Mateo 24:14, ¿estamos hablando de lo mismo?; ¿es el Arrebatamiento de la Iglesia el fin ?... pues, no. Ya hemos visto que el fin nada tiene que ver con el Arrebatamiento de la Iglesia, hecho que sucederá antes del citado fin. El fin no es lo que muchos sin razonarlo demasiado, creen; es decir, la venida de Cristo. Esto último en todo caso es ¡el comienzo!

Entendiendo más acerca del fin

Entendamos un poco más acerca del citado fin . Podemos entender como poco dos cosas acerca de la cuestión:

a) El fin de esta dispensación, es decir, del tiempo de los gentiles, su juicio (Mateo 25:31-46), y el consecuente inicio del Reino Mesiánico, cuando el Señor vuelva en gloria.

b) El fin definitivo de Satanás (Apocalipsis 20:7-10); el juicio ante el gran trono blanco; el inicio del cielo nuevo y la tierra nueva.

Estas son las dos maneras de ver con más detalle que supone el fin al cual alude el Señor. Existen mil años de diferencia entre una posibilidad y otra. En las dos, existe juicio. En la primera, es el juicio a los ethnos (rebaño de los gentiles) comentado por el mismo Señor en Mateo 25:31-46. En la segunda, es el juicio a todos los hombres de todas las edades (exceptuando a los hijos de Dios) y que vemos en Apocalipsis 20:11-15.

Y no olvidemos que en el Milenio, a pesar de que el diablo estará atado durante casi todo este tiempo en el abismo (Apocalipsis 20:1-3), los hombres que nacerán no habrán sido regenerados de su naturaleza pecaminosa. Será necesario que los que nazcan en ese tiempo, reciban al Señor en sus corazones para ser salvos. No obstante, por la Escritura, entendemos que muchos no lo harán. Esa es la razón por la cual el diablo será soltado
“a engañar a las naciones” al final del Milenio (Apocalipsis 20:7-10). Además, y muy importante para el caso, debemos entender también que el Evangelio del Reino seguirá siendo proclamado a lo largo del Milenio. Veámoslo:
"Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará. La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león como el buey comerá paja. Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora. No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar" (Isaías 11:6-9).

Vemos aquí la paz y el orden (aunque no completos del todo) que existirán en el Reino Mesiánico, será consecuencia de que la tierra entera habrá sido llena del conocimiento de Dios. Recordemos que Mateo 24:14, dice que "entonces vendrá el fin".

Será llena la tierra del conocimiento de Jehová, porque será proclamado por toda la tierra en ese tiempo el Evangelio del Reino.


"Los pueblos, pues, trabajarán para el fuego, y las naciones se fatigarán en vano. Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar" (Habacuc 2:13,14).


“Porque la tierra será llena del conocimiento de
la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar”.
Ahora mismo, las naciones trabajan para el fuego de la destrucción, y se fatigan en vano, todas yendo en mayor o menor grado hacia los pies de la Bestia Anticristo, pero cuando venga Cristo, entonces (y sólo entonces) se cumplirá lo que dicen los profetas: La tierra entera será llena del conocimiento de la gloria del Señor (Evangelio del Reino). Evidentemente, no lo será en esta dispensación actual, sino en el Milenio.

EL CONOCIMIENTO PLENO DEL SEÑOR EN TODA LA TIERRA, ACONTECERÁ DURANTE EL MILENIO

Acerca del Evangelio del Reino

Curiosamente, el Señor nos habló en ese versículo de Mateo 24:14, no de la predicación del Evangelio, sino de la predicación (en el griego kerijzétai), la traducción mejor es proclamación), del EVANGELIO DEL REINO (evaggélion tes basileías). ¿Cuál sería la diferencia?

El Evangelio del Reino fue la predicación del Señor sobre la tierra cuando anduvo entre nosotros. El énfasis no lo es tanto en relación al papel del Salvador (Evangelio), sino más bien acerca de la esencia de lo que es el Reino de los Cielos, de sus pautas y requerimientos, de su orden, de sus beneficios: Sanidades, liberación de demonios, etc. etc. Ver: Mateo 4:23; Mateo 9:35; Marcos 1:14; Lucas 4:42; Lucas 8:1; Hechos 8:12.

Encontramos lo siguiente en Hechos 8:12;
"Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el Evangelio del Reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres". Nos damos cuenta de que la Escritura hace una sutil diferenciación entre lo que es el Evangelio del Reino de Dios, y el nombre de Jesucristo. Entendámoslo bien, primeramente las gentes eran amonestadas acerca de vivir conforme a los planteamientos del reino de los cielos, inmediatamente, se les anunciaba a Cristo. Sin Cristo, no existe el Evangelio del Reino. Evidentemente, el Evangelio del Reino (las buenas nuevas acerca del Reino de Dios), es parte intrínseca de todo el Evangelio, y para eso fue enviado Jesús (Lucas 4:42), no obstante, nótese que el énfasis que hace el Señor en Mateo 24:14, es acerca de la proclamación del Evangelio del Reino, como lo predicaba Él mismo al inicio de su ministerio: "El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio" (Marcos 1:14).

A pesar de que este es el mensaje que tenemos que seguir predicando, este mensaje será enteramente proclamado en el tiempo cuando el Señor Jesucristo esté en este mundo reinando desde Jerusalén y desde la Nueva Jerusalén la celestial, entonces vendrá el fin y se cumplirá:
"Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas" (2 Pedro 3:10). Es obvio que esto último es el verdadero fin, que precede a la total regeneración de todas las cosas creadas (Apocalipsis 21).

Como comentario añadido diré que, entiendo que parte del problema estriba en una mala comprensión de los acontecimientos y de los tiempos que tenemos, como tendencia, los evangélicos. Instintivamente, por la cantidad de enseñanza postmilenialista que hemos recibido a lo largo de nuestra vida cristiana, y sin darnos cuenta de todo ello, hemos llegado a alguna conclusión errónea, en el sentido de que, cuando venga el Señor a esta tierra, se acaban todas las cosas, yéndonos todos los cristianos al Cielo. No será así, sino todo lo contrario, entonces es cuando verdaderamente empezarán, y lo harán con la proclamación e inicio del Reino Mesiánico sobre este planeta.


Cristo mismo establecerá el Milenio en la Tierra y
gobernará el Mundo por mil años (Apocalipsis 20:4-6).
Para testimonio a las naciones

"… para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin": Esta sección del versículo aludido merece un análisis meticuloso. En primer lugar, veamos que quería decir el Señor por naciones. Evidentemente, nación es un término moderno, lo que el Señor quería decir, expresado en la Escritura en griego (eznési; de ethnos), de donde viene el vocablo español, étnico , o sea cuestión de raza, cultura y costumbres, era acerca de las diferentes gentes que pueblan esta tierra habitada.

Todos los grupos étnicos (todos los grupos gentiles), para que el fin llegue, y como simple testimonio a ellos (en griego martírion), deben de escuchar el Evangelio del Reino. Nótese que no habla de todos y cada uno de los individuos, sino acerca de dar testimonio a todos los grupos étnicos, tribus, etc.

Bien, pues, desde que los primeros discípulos salieron a causa de la diáspora de Jerusalén hacia Judea, Samaria, etc. etc. la Palabra de Cristo ha sido llevada, hasta hoy en día a casi todas partes. Si lo que se pretende es decir que actualmente existen grupos, tribus, etc. que jamás han escuchado de Cristo, y que por eso el Señor todavía no puede volver, no es menos cierto que a lo largo de esta dispensación de la gracia desde que se inició aproximadamente en el año 32 d. C., miles y miles de individuos y de grupos étnicos tampoco escucharon acerca de Cristo en gran parte del mundo. Por lo tanto, este no es el punto. Por otra parte, el Evangelio fue más que predicado en regiones como la actual Turquía, donde estaban las siete iglesias del Apocalipsis, y luego fue rechazado. Esa nación (o grupo étnico) ya recibió el Evangelio del Reino. Pero como ya he dicho, la plena y constante proclamación del Evangelio del Reino, no será sino durante el Milenio, cuando
"…la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar" (Habacuc 2:14), ¡qué mejor testimonio a todas las naciones que el que se dará entonces!

Para ir terminando, un poco más de argumentación.

El versículo en cuestión, nos dice que el Evangelio del Reino será proclamado, no necesariamente creído. Muchos piensan que ha de ser creído el Evangelio por todos, o por la mayoría (en eso se basan para hablar de un avivamiento mundial) como condición para que vuelva Cristo, pero eso no lo enseña la Escritura. Una cosa es proclamar el Evangelio del Reino, otra cosa diferente es que sea creído (siempre hablando en el contexto de esta dispensación; durante el Milenio, la gente tendrá que creer; ver Zacarías 14:16-18).

De nuevo, para los que creen que el Señor NO puede venir a por los suyos porque todavía no se ha terminado la obra de proclamación del Evangelio del Reino en esta actual dispensación, les invito a que lean Mateo 24:45,46 con suma atención. Claramente la Escritura nos muestra ahí, que el Señor, en el contexto del Arrebatamiento (Mateo 24:40,41), vendrá CUANDO EL SIERVO FIEL Y PRUDENTE (tipo de los preparados) ESTÉ TRABAJANDO PARA EL SEÑOR. En otras palabras, no habrá terminado de hacer lo que esté haciendo, sino a medio hacer, ya que el Señor vendrá así como un ladrón en la noche, sin previo aviso, y pillará “in fraganti” a todos: Los que estén haciendo lo malo (v. 48-51), y los que estén haciendo lo bueno. Esto último, lo bueno, siempre ha de ser el ir cumpliendo con la Gran Comisión, y que nos toca seguir haciendo con amor, por lo tanto, claramente la Palabra nos enseña que el Señor vendrá a por nosotros cuando estemos en ello, no cuando hayamos terminado.

¡El Señor viene en breve! ¡Maranatha!

© Miguel Rosell, Septiembre de 2005





* El pastor Miguel Rosell Carrillo pastorea la Iglesia "Centro Rey" en Madrid, España, junto a su esposa Conchi Hidalgo. Ha escrito numeros artículos de Defensa de la Fe frente a la Apostasía de la Iglesia Evangélica a nivel mundial, confrontando con la ayuda del Señor y a la luz de las Sagradas Escrituras las herejías del Movimiento G12 y de la Teología del Reino Presente o Dominionismo que niega el Arrebatamiento o Rapto de la Iglesia.
Sitio Web de la Iglesia Evangélica "Centro Rey" (Pr. Miguel Rosell):

www.centrorey.org

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